La ANC presume de un apoyo social que hace tiempo que se desvaneció, y por mucho que hable del «pueblo catalán» solo representa a un puñado de fanáticos separatistas que viven anclados en el 1 de octubre de 2017, cuando esa Cataluña ya no existe. La Cataluña de las marchas norcoreanas del 11 de septiembre con docenas de miles de activistas uniformados con la camiseta de la ANC ha desaparecido.
Este lunes los activistas de la ANC intentaron reventar la visita de los Reyes Felipe y Letizia al Monasterio de Montserrat con motivo de su milenario. Según TV3 fueron un centenar de personas, según el digital separatista ElNacional, dos centenares. En resumen, cuatro gatos intentaron evitar la visita del Jefe de Estado de España a un edificio religioso situado en España. Y fracasaron, como no podía ser de otra manera.
Lluís Llach lleva poco más de un año como presidente de la ANC y lejos de revitalizar a la entidad, le esta aplicando la extremaunción. Su primer acto como máximo mandatario de esta entidad ya fue un fracaso, con apenas unos centenares de manifestantes para protestar contra la actitud de la judicatura contra la Ley de Amnistía.
Y, desde entonces, no hace más que acumular fracaso tras fracaso. Llach, un referente cultural para buena parte del nacionalismo catalán, se ha ido convirtiendo en un personaje muy desagradable, y no solo para los constitucionalistas. Muchos separatistas le ven como un personaje sectario y fuera de la realidad, muy lejos de aquel cantante que les emocionaba con sus canciones.
Su seguidismo del peor Junts le ha llevado a la marginalidad dentro del secesionismo. Pensaba que Llach podría haber sido un revulsivo para un ANC en decadencia, por esa condición de mito de la música catalana con canciones como ‘L’estaca’. Pero no ha sido así, por suerte para la buena convivencia entre catalanes muchos le han visto a Llach su auténtica faz.
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Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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