La ya ex alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat Núria Marín tenía difícil seguir promocionándose en política desde que Pedro Sánchez le puso la cruz por haberse puesto de perfil en la etapa en la que el actual presidente del Gobierno estuvo fuera de la secretaria general del PSOE.
Marín fue uno de los referentes de Sánchez en Cataluña en su primera etapa en Ferraz y este alejamiento nunca se lo perdonó, lo que dificultó cualquier posibilidad de desarrollar una carrera política de más fuste en Madrid.
Pero a Marín le quedó la bala del PSC. Durante los años de debacle del PSC en Barcelona ella era la alcaldesa socialista más importante de Cataluña, lo que le llevó a ser presidenta de la formación y presidenta de la Diputación de Barcelona, la más importante de toda España. Pero nunca gozó de la confianza plena de Miquel Iceta, primero y Salvador Illa, después.
Hacia años que la Ejecutiva del PSC buscaba su relevo y de hecho prepararon a Cristian Alcázar para sucederle, pero un escándalo de tipo económico le apartó de la carrera para suceder a Marín al frente de la alcaldía de L’Hospitalet, que no olvidemos es la segunda ciudad más poblada de Cataluña.
En el 2023 la Ejecutiva Nacional del PSC decidió que había llegado la hora del relevo y escogieron a un miembro del gobierno municipal de Marín, David Quirós. Y siguió la pauta habitual en estos casos, dejar que la alcaldesa se presentara a las elecciones municipales celebradas en mayo del año pasado para aprovechar el plus de conocimiento entre los votantes que tiene detentar la vara de primer edil. En estos casos el PSC acostumbra a promover el relevo al frente de la alcaldía a mitad de mandato, para foguear al escogido para los siguientes comicios locales.
Pero Marín perdió, por los pelos, la mayoría absoluta, y aunque la hegemonía del PSC no peligraba se decidió acelerar el relevo. El premio de consolación para Marín iba a ser un escaño en el Senado por designación autonómica, al que accedió en agosto de 2023 unos meses antes de dejar la alcaldía. En junio de 2024 dejó la alcaldía y unas semanas después el Parlament renovó su escaño en la Cámara Alta, tras los comicios autonómicos del 12 de mayo.
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