Lo turbio en la Cataluña separatista lo impregna todo. El juzgado de instrucción número 14 de Barcelona ha imputado a siete altos cargos de la cúpula de los Bomberos de la Generalitat por presunta corrupción al encontrar facturas infladas y posibles pagos de comisiones en relación con el servicio de mantenimiento de los vehículos de este cuerpo. El diario ‘La Vanguardia’ ha destapado el tema.
La juez instructora está analizando facturas de reparaciones que nunca se hicieron en camiones de los Bomberos de la Generalitat destinados a la extinción de incendios. Algunas de las facturas han llegado a aparecer por triplicado, anomalía que se está investigando.
Manel Pardo, director general de prevención y extinción de incendios hasta el pasado junio, y Joan Delort, que le relevó en el cargo, han sido llamados a declarar por el juez. Comparecerán el próximo viernes. El diario del grupo Godó apunta que en este asunto podría estar implicada la empresa contratista, Iturri, con sede en Sevilla.
El tema se destapó hace unos meses cuando el jefe del servicio técnico de Bomberos avisó que el contrato con Iturri se había quedado sin saldo tras compensar en el primer trimestre de 2021 la desviación presupuestada del ejercicio anterior, que cerró con una deuda de 1,7 millones.
Ante esta situación, Manel Pardo intentó justificar en una reunión en el Departamento de Interior que el contrato adolecía de una histórica falta de equilibrio económico, que hacía que las deudas se acumularan año tras año. Según ‘La Vanguardia’ Pardo admitió que el coste de las facturas incluían un añadido del 2% y al ser inquirido por este extremo afirmó que en épocas anteriores la cifra a pagar era superior.
Interior decidió remitir el caso a la Fiscalía y comenzó una investigación en la que se aprobaron escuchas telefónicas y se encargaron diversos atestados a los Mossos, trabajos que han acumulado datos con indicios de presunta corrupción en los Bomberos.
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