
Inmaculada Alcolea, cabo del cuerpo Mossos d’Esquadra, ha abierto una cuenta de crowdfunding para querellarse contra los dirigentes de los Mossos per la Independència. En esta entrevista relata las dificultades que ha tenido que sufrir por parte de sus mandos y de los políticos secesionistas. Aquí pueden donar para apoyarla.
¿Por qué ha iniciado esta campaña de crowdfunding? He iniciado la campaña de crownfunding debido a que las costas de abogados, procuradores y peritos forenses son muy elevadas para la cantidad de procesos que tengo abiertos. Actualmente me planteaba denunciar los miles de insultos e incluso amenazas que tengo por las redes, de personas que se identifican sin pudor con nombre y apellido, pero mis abogados no creen conveniente abrir más frentes debido a mi situación económica y los costes de los mismos.
¿Qué le diría a la gente que se esté planteando hacer una donación? A la gente que se esté planteando una donación le hablaría del agradecimiento que siento respecto a tanta gente que, sea la cantidad que sea, ha visto mi petición justa o se ha sentido solidarizado con la misma. Lo cierto es que estoy sorprendida, agradecida y hasta abrumada de la cantidad de personas que me están apoyando y que ni siquiera conozco. Esa solidaridad, ese apoyo me mantiene fuerte y me ayuda a no perder la serenidad.
¿De qué acusa a los dirigentes de Mossos per la Independència? Acuso a los dos portavoces de Mossos per la independència (o ‘por la democracia’, que van cambiando el nombre) no solo de existir sino de que se permita su existencia. Nunca debiera haber una asociación de mozos a favor de la independencia de Cataluña. Un cuerpo de policía nunca puede faltar el respeto como lo hace a una gran cantidad de gente tal y como denotan sus comentarios en redes.
Estos señores, y todos sus seguidores y el resto de mozos de escuadra que les siguen, les retuitea en Twitter o Facebook, juraron un día el cumplimiento no solo de la Constitución sino de la legalidad vigente así como el respeto a las resoluciones judiciales. Muchos mozos de escuadra, de manera inaudita, cuelgan sus propias fotos en sus redes sociales, votando en actos declarados ilegales por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Ese mismo tribunal nos obligaba no solo a impedir ese referéndum sino también, por lógica, la participación debido a que según nuestro artículo 11 de la Ley de Policía de la Generalidad somos policías las 24 horas del día. Además mienten en sus declaraciones sobre personas indefensas, como yo misma, faltando a la verdad no solo en detalles contra mi persona, sino en detalles sobre mi expediente disciplinario.
¿Se considera una ‘mosso’ perseguida por la Generalitat porque solo quiere ser una agente que cumple la ley? No me considero una mozo de escuadra perseguida por la Generalidad de Cataluña por cumplir la legalidad. Yo he sido perseguida por la Generalidad de Cataluña porque han querido que yo fuera la conejillo de indias sobre todo aquel mozo de escuadra que se pudiera postular en contra del ‘prusés’ independentista. La Generalidad sí permite, en cambio, que se insulte al juez Llarena, al Rey o a Mariano Rajoy, que se ayude a la fuga de un presunto delincuente y, de hecho no solo no se persigue a estos mozos de escuadra sino, tal y como se ha visto últimamente, se les promociona o se les recompensa con un cargo de setenta y cuatro mil euros anuales, muy superior al sueldo de un agente de la policía autonómica.
Si realmente la Generalidad pensó que yo había injuriado a algún político, como el ex presidente, lo lógico era que me denunciaran en un proceso penal que depuraría responsabilidades, para posteriormente sancionarme en la vía administrativa. No me han denunciado a nivel penal porque es de todos reconocido que allí mis derechos están mucho más garantizados que en un procedimiento administrativo disciplinario. Y es que me han tenido de enero del 2017 a marzo de 2018 metida en un expediente disciplinario que iban caducando y volviendo a iniciar y aplicándome medidas cautelares que no eran otra cosa que castigos anticipados de una futura sanción disciplinaria.
Pero esto es un tema que está judicializado y lo tendrán que resolver los tribunales en los que confío plenamente. De hecho ya he ganado el primer contencioso administrativo contra la Administración por la medida cautelar que me impusieron tras nueve meses de iniciarse mi expediente, por la que me trasladan a la Prisión de Figueras, a 120 km de distancia ida y vuelta de mi domicilio. El problema es que a la Generalidad recurrir estas sentencias les sale gratis, a mí, con una situación económica ya maltrecha, me supone un mundo.
¿Ha intentado la Generalitat convertir a los Mossos d’Esquadra en una policía al servicio del proceso secesionista? El problema no es lo que la Generalidad haya intentado o no con los Mozos de Escuadra. El problema radica en que el cuerpo de Mozos de Escuadra está formado por personas con una multitud de ideologías. Y debido a la situación política esas ideologías se reducen a dos actualmente: independentista o constitucionalista. Pero unas ideologías, que cuando te pones el uniforme, has de dejar en casa aparcadas.
Eso es muy complicado porque muchos agentes anteponen su ideología política a su obligación como policías. Y el problema es que los policías cuya ideología es cercana a la independencia rayan e incluso tropiezan con los artículos del Código Penal referidos a la sedición. Lógicamente en el cuerpo de Mozos de Escuadra pasa absolutamente lo mismo que en la población civil. Hay una total división en este sentido sobre la secesión o no de Cataluña respecto a España. El problema es que, al igual que ha pasado en la enseñanza, ha habido mucha falta de control por parte de la Inspección del Estado. Por ejemplo, en los ascensos habidos en este cuerpo policial.
La última convocatoria de subinspectores, a modo de ejemplo, tenía una prueba donde los candidatos exponían ante dos altos mandos policiales un caso práctico. No estaba grabado ni había posibilidad de interponer ningún recurso debido a que no tenías pruebas de lo que recurrías. Así han ido pasando los años y han ido subiendo de nivel policial, tal y como ocurre en la propia Generalidad -con sus asesores, sus consejeros, etc- quienes ellos han considerando aptos, muchas veces por afinidad política, sin tener en cuenta aspectos básicos como la formación o la experiencia. Puedes encontrar inspectores que no tienen ni siquiera una diplomatura pero cuyos padres siguen una línea ideológica afín a la entonces Convergència i Unió.
¿Qué sintió el 1 de octubre? El 1 de octubre sentí impotencia de que los servicios españoles no hubieran podido impedir, con la antelación necesaria, una votación que estaba declarada ilegal por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Sentí dolor de ver a una Policía Nacional y a una Guardia Civil que intentaban, ante la población civil revolucionada por los políticos catalanes, el cumplimiento de una resolución judicial. Un cumplimiento que era obligado para ellos y que había sido ordenado no solo por sus mandos policiales sino por la propia justicia debido a la incapacidad de los políticos de solucionar la situación por la vía política.
Pero cuando sentí verdadera vergüenza rabia e indefensión, es cuando una determinada cantidad de políticos, que no representan ni a la mayoría de la población catalana, el día 6 y 7 de septiembre anularon la Constitución y el Estatuto de Autonomía -leyes que rigen la convivencia de todos- e imponían una ley prácticamente desconocida casi para todos los catalanes, como era la Ley de Transitoriedad. Allí fue cuando tomé una decisión crucial en mi vida y en la de mi familia. La decisión de mis padres, en los años 60, de establecerse en una provincia española como Barcelona, por el clima y por la multiculturalidad, para ejercer, respectivamente, sus profesiones de director de una entidad bancaria y de telefonista, había concluido. Tomé la decisión de intentar salir como fuera de Cataluña y de sacar también a mi familia. Mi hijo no merece vivir en esta sociedad, en este clima de acoso, hostigamiento, de enfrentamiento y de autoritarismo. Mi hijo merece vivir, estudiar y disfrutar sin enfrentamientos de ningún tipo y mucho menos sobrevenidos por unos políticos irresponsables y mediocres.
¿Y qué sintió al ver a policías y guardias civiles que fueron expulsados de hoteles de diversas localidades de Cataluña? Sentí vergüenza, impotencia, rabia y también solidaridad respecto a ellos. Sentí prácticamente los mismos sentimientos que puede tener cualquier español al ver esas escenas vergonzosas. Esas personas habían venido, lógicamente, cumpliendo órdenes de sus mandos policiales, y estos de los jueces y tribunales para hacer cumplir una resolución judicial, lógica y normal, nos guste más o nos guste menos. Además las condiciones en las que venían a cumplir esas órdenes no eran ni las más cómodas ni las más óptimas. No se trataba de un referéndum normal y corriente. Se trataba de una votación que los políticos independentistas habían llevado a cabo, sin respetar los sistemas de reforma de las leyes, cargándoselas directamente, por estar en contra de sus intereses.
Los políticos catalanes confiaron en la debilidad de un Estado para hacer y deshacer a su antojo y a su libre albedrío, basándose en una mayoría inexistente a nivel social (sí a nivel parlamentario debido a la Ley d’Hondt) y cargándose las normas básicas de convivencia y las leyes reguladoras de la misma. Ha quedado claro en España, que el que la hace, la paga.
¿Cree que los mandos de los Mossos aplican un doble rasero a la hora de tratar a los ciudadanos que ponen lazos amarillos y a los que intentan quitarlos? No se trata de que los mandos de los Mozos de Escuadra apliquen o no un doble rasero. Mantengo la explicación de que cada policía debe actuar conforme a la legalidad vigente y completamente ajeno e independiente a su ideología política. Esto no deja de ser difícil, por no decir imposible, en el momento actual por lo que estamos viendo y viviendo.
El problema vuelve a radicar en los políticos independentistas cuando amenazan con leyes que van a castigar a aquellos que limpien la vía pública de los lazos que aunque representan su libertad de expresión, no tienen en cuenta la neutralidad y la imparcialidad política que marcan las leyes. Ya los Tribunales de Justicia se han pronunciado sobre la necesidad de mantener los espacios públicos fuera de ideologías partidistas. Y a pesar de esa sentencia, de la que parece que hacen caso omiso, siguen intentando oprimir al Estado de Derecho que nos defiende a todos. Es inaudito la falta de compromiso y de lealtad a las leyes por parte de una Administración que no aplica normas tan básicas como la de la neutralidad e imparcialidad política incluso en sus propios espacios, queriendo representar única y exclusivamente a aquellas personas afines a sus ideas secesionistas.
El problema es que en Cataluña esos mismos políticos que han clamado, durante años, únicamente por sus adeptos, silenciándonos al resto, se han dado cuenta de que hay una gran mayoría social también dispuesta a luchar por mantener sus derechos y libertades y el cumplimiento de unas leyes que deben obligar a todos. Cuando hablaban de Cataluña haciendo ver que todos pensábamos lo mismo olvidaron a una gran parte de la sociedad catalana, que hoy en día, debido a las ‘vacaciones’ del gobierno español, se erige en garante de sus derechos y libertades y exige a la Administración catalana el cumplimiento de las leyes.
¿Se sigue sintiendo orgullosa de ser una ‘mosso’? Yo nunca me he sentido orgullosa de ser moza de escuadra. Tampoco me he sentido que pertenecía a una policía de ningún país, como así sucedía con compañeros míos. Después de acabar mi licenciatura en Derecho en Zaragoza estuve opositando para los cuerpos jurídicos del Ejército Español. Toda mi familia paterna pertenece al cuerpo de Artillería de las Fuerzas Armadas. Aprobé el primer examen pero en el oral me tumbaron así que decidí, el segundo año, en vista que mis compañeros de carrera se presentaban a las oposiciones de Inspector de Policía Nacional, y debido a que mi padre estaba jubilado en la población catalana de Sitges, probar con las oposiciones de Mozo de Escuadra.
Siempre me ha quedado la ilusión de haber vuelto a presentarme al Ejército español, que era mi ilusión. Pero este cuerpo me ha dado la oportunidad de aprender mucho y siempre me ha ilusionado el trabajo que realizaba. Me saqué el nivel más alto de catalán, el D, y todos los cursos que me permitía mi destino para especializarme en lo que estaba haciendo. Lo cierto es que tras aprobar para cabo tuve claro que mi familia era prioritaria y nunca me volví a presentar a ninguna oposición de ascenso. Actualmente lo que soñamos mi pareja y yo es en poder encontrar un trabajo fuera de esta comunidad autónoma y en criar a nuestros hijos con la tranquilidad y serenidad que toda persona anhela.
Mis hijos ya tienen claro que un día u otro se irán de Cataluña. De una manera u otra ese fue el motivo por el cual en Diciembre de 2017 mediante una campaña en la plataforma change.org solicité al ministro Zoido el desarrollo de una ley vigente en el año 2015, y que permitiría salir a los cuerpos de policía autonómica hacia la Policía Nacional. Es injusto que una ley vigente desde el año 2015, por culpa de los políticos, y de la falta de desarrollo de la misma, nos impida salir del actual infierno en el que se ha convertido Cataluña.
¿Ha recibido apoyo por parte de compañeros de los Mossos? De los 8 subinspectores, 3 sargentos y una inspectora solo uno me ha mostrado su afecto y su apoyo, básicamente por no ser afín al secesionismo. El resto absolutamente nadie. Han tenido que ponerse en contacto conmigo grupos de mozos de Barcelona y Tarragona, que son zonas menos radicales, para que todos nos uniéramos en plataformas para la pasarela o en la Unión de Mozos por la Constitución y nos ayudásemos y animásemos cómo podíamos. Porque hay agentes en silencio sufriendo situaciones injustas parecidas a la mía. Pero la gente tiene mucho miedo. A mí ya más daño del que me han hecho es imposible.
Además del sentimiento de agradecimiento respecto a todas las personas que me han apoyado y han aportado en esta solicitud no dejo de ser consciente que quien más me ha ayudado es el propio mozo de escuadra portavoz de Mozos por la independencia, por la animadversión que ha fomentado y generado este sujeto entre todos aquellos, que son muchos, a los que ha faltado al respeto y ha violentado por su creencia de ser él y los que piensan como él seres superiores. Y todo con la benevolencia del Departamento de Interior y de la División de Asuntos Internos de los Mozos.
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