El independentismo más radical ha emprendido una auténtica cruzada contra el castellano. En elCatalán.es hemos denunciado infinidad de casos sobre discriminación lingüística hacía el idioma más hablado por los catalanes.
Ahora van un paso más allá y han colocado buzones en las universidades de Cataluña para denunciar a los profesores que impartan clases en castellano. Lo que viene a ser una persecución en mayúsculas.
Es de sobras conocido el apoyo de la inmensa mayoría de rectores de universidades públicas de Cataluña al mundo secesionista. Sin ir más lejos, tras la detención hace unas semanas del prófugo Puigdemont en Cerdeña emitieron un comunicado en su apoyo.
En los ataques que ha sufrido S’HA ACABAT! esta semana hemos comprobado el vomitivo comunicado que emitió el equipo rectoral de la Universidad Autónoma de Cataluña, que evitó condenar las agresiones a los jóvenes constitucionalistas. Está es la realidad que se vive en Cataluña, donde una minoría ha emprendido una grotesca campaña para arrinconar al castellano. Una más.
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