El ex presidente de la Generalitat y en la actualidad prófugo de la justicia, Carles Puigdemont, vivió ayer un gran día ya que vio como su nuevo ‘juguete’ político comenzó a andar.
Previamente concedió una entrevista al diario ARA donde tuvo la gran idea de cargar contra las empresas que abandonaron Cataluña después de su Golpe de Estado. No parece la mejor manera de lograr que vuelvan a tierras catalanas.
“Si no han vuelto a su sede social es que ya no deben ser catalanas. Allá ellos con su conciencia. El caso es que fueron soldados voluntarios o forzados de una estrategia que lo que quería era perjudicar no solo a los independentistas, quería y quiere perjudicar a todos los catalanes“, sentencia el prófugo Puigdemont.
Además señaló sin titubeo alguno que el Estado era su adversario político y tuvo su dosis, como no podía ser de otra manera, contra la Casa Real, objetivo predilecto de los independentistas.
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