Patricia Aymà explica en este vídeo el proyecto que le permitió viajar a Silicon Valley como una de las finalistas del programa ‘Santander Explorer’.
Un mundo sin plásticos contaminantes es posible. El proyecto de crear bioplásticos biodegradables, una de las ideas que han triunfado en los últimos años en el programa de jóvenes emprendedores ‘Santander X Explorer’ que impulsa el gigante bancario cántabro, es ya una realidad.
El embrión de la startup biotecnológica catalana VEnvirotech nació en el programa Santander X Explorer de 2017, un reto destinado a promover el talento de jóvenes emprendedores que impulsa Banco Santander, a través de Santander Universidades y el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE). Fue entonces cuando la biotecnóloga Patricia Aymà decidió presentar a este programa de emprendimiento su idea: obtener a partir de bacterias un plástico natural biodegradable que desaparece o se transforma en componentes químicos naturales, lo que denominan un “plástico bueno”, para construir un futuro sostenible. Desde entonces, el despegue ha sido fulminante.
“Actualmente, cada año llegan al mar 8 millones de toneladas de plásticos, lo que supone que en 2025 puede haber más plásticos que peces. Investigando descubrimos que podíamos alimentar a bacterias con residuos orgánicos y obtener de ellas un bioplástico de una forma muy sencilla y barata. Nos gustaría producir bioplásticos que aportaran valor a la sociedad dejando un mundo más limpio y mucho más respetuoso con el medioambiente”, señalaba Patricia Aymà durante la presentación de su idea.
Tras triunfar como ganadora de este reto, obtuvo el premio de viajar a Silicom Valley, el mayor ecosistema de tecnología e innovación del mundo, y entró en contacto con inversores dispuestos a apoyar su proyecto. “Buscamos un modelo de negocio para poder convertir una idea en una empresa real. Y en eso nos ayudó Explorer. Esas habilidades… Esa chispa… El saber ordenar tus ideas para hacer bien las cosas”, señala Patricia en un vídeo de ‘Conversaciones con el progreso’ de Banco Santander en el que comenta con Javier Roglá, responsable de Santander Universidades, cómo surgió la idea de crear bioplásticos biodegradables. El programa Explorer es una iniciativa del grupo financiero de origen cántabro a través del cual forma, apoya y ofrece mentoring durante cinco meses a personas entre 18 y 31 años que respondan afirmativamente a la siguiente pregunta: ¿Tienes talento y quieres innovar? Pero también otorga financiación, visibilidad, reconocimiento, comunidad y coworking.
De ahí nació VEnvirotech. En abril de 2018, esta emprendedora junto con la ingeniera industrial Noelia Márquez fundaron la compañía e iniciaron la primera ronda de inversores con los denominados business angels (inversor angelical), que no solo aportan financiación sino también conocimientos empresariales. A partir de entonces llegaron otros fondos y subvenciones procedentes de fundaciones y otros programas, como el europeo LIFE. El año pasado cerró una nueva ronda de inversión de 2 millones de euros para poner en marcha una planta de producción en Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona).
Un plástico con fecha de caducidad
El modelo de negocio de VEnvirotech se basa en dos procesos. Por un lado, gestiona residuos orgánicos de empresas de forma portátil, a través de la instalación de contenedores propios (VE-box) in situ. Mediante un proceso biotecnológico, estos residuos se transforman en bioplástico 100% biodegradable. El proceso de transformación de los residuos en bioplásticos dura menos de un día, con lo que puede conseguir escalabilidad y rentabilidad. Gracias a la innovación en la gestión portátil de los residuos, se reducen los costes de transporte y manipulación, por lo que este servicio se ofrece a las empresas a un precio muy competitivo, y tiene un impacto medioambiental prácticamente nulo.
La segunda fase es la extracción y reformulación en el laboratorio de este bioplástico presente en las bacterias para transformarlo en un material con las mismas propiedades que el plástico químico (que el polipropileno o el polietileno), pero con la ventaja de ser totalmente biodegradable, y compatible con el cuerpo humano, no tóxico, porque es de origen orgánico. El resultado del proceso es un plástico respetuoso con el medio ambiente y con fecha de caducidad, entre seis y doce meses.
La fundadora de Venvirotech señala que la empresa esta destinada a todos aquellos productores y gestores de residuos que quieran transformar sus residuos orgánicos de poco valor en un producto de alto valor añadido como los bioplásticos, rápidamente biodegradables y compatibles con el cuerpo humano. La compañía se encarga de poner en contacto a productores con compradores. Las plantas se instalan en el sitio donde se encuentran los residuos y aseguran un proceso escalable, sencillo y automatizado.
‘Santander Explorer’, un trampolín para jóvenes emprendedores
Santander X Explorerse enmarca en un proyecto global de emprendimiento que ofrece a jóvenes de todo el mundo acceso a distintas iniciativas impulsadas por las universidades y se ha convertido en un trampolín para que estos emprendedores puedan incubar sus ideas y convertirlas en realidad. El programa ofrece formación learn by doing (“aprender haciendo”, una metodología orientada al aprendizaje a través de la práctica), una red de emprendimiento y acceso a una comunidad de emprendedores para los jóvenes que proponen soluciones a los retos que afronta el mundo, alineando su propuesta con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030. Para ello cuenta con una extensa red de centros de coworking que permiten trabajar en los proyectos y generar sinergias con otros emprendedores de otras áreas de conocimiento pero con las mismas inquietudes.
En la última edición, Santander X Explorer 2020, con una dinámica adaptada a los nuevos tiempos (se celebró completamente digital) participaron 120 proyectos de jóvenes emprendedores de Argentina, España, México y Portugal, que fueron seleccionados de entre más de 500 candidatos. La startup catalana Shellock fue elegida como ganadora. El proyecto, impulsado por Carlos Garcés, Omar Calderón y Ferrán Guasch, de la Universitat de Barcelona, consiste en un sellado inteligente y reutilizable para contenedores marítimos, que hacen seguimiento en tiempo real de los containers a través de una aplicación, ayudando a prevenir la posible manipulación y robo de la carga, sustituyendo además a los sellos de plástico de un solo uso, que producen anualmente 4.000 toneladas de plástico.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
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