Este viernes Pere Aragonès ha sido investido presidente de la Generalitat con los votos de Junts y los antisistema de la CUP, pero no tendrá nada sencillo liderar el que será su nuevo ejecutivo.
De hecho, según cuentan los compañeros de Economía Digital, en Junts se ha abierto una auténtica batalla campal para el reparto de los sillones de poder en el Govern, algo muy típico en los partidos independentistas.
Es público y notorio que en Junts existen dos posiciones abiertamente enfrentadas. Por un lado está el secretario general, Jordi Sànchez, que se encuentra más en la línea de pacto y diálogo. Por otro lado está el bando del prófugo Carles Puigdemont, que apuesta por la confrontación sin cuartel contra España.
El paso al lado de Elsa Artadi, que ha desechado la posibilidad de ser vicepresidenta de la Generalitat, vislumbra claramente esa ruptura dentro de Junts. La gobernabilidad del nuevo ejecutivo que formará a partir de hoy Pere Aragonès se antoja complicada, con el fugitivo Carles Puigdemont poniendo palos en las ruedas ante cada avance que trate de hacer el el Govern.
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