El músico Aleix Herreras propone un himno para Tabarnia, la región imaginaria que agrupa a las comarcas del centro de Cataluña donde el constitucionalismo es mayoritario, con la música de Els Segadors, pero con una tonalidad menor.
Herreras también cambia la letra para que el mensaje virulento y sectario de Els Segadors se convierta en un mensaje cívico.
En un texto que ha hecho llegar a la redacción de elCatalán.es explica su propuesta:
«Los himnos nos dan el poder de gestionar a las masas. La música, al igual que la carcajada, provoca respuestas físicas similares en personas diferentes. En una escucha o entonación colectiva, la música da sensación de unidad. Como decía John Blacking, la música nos hace “sentir con el cuerpo”, que es lo más parecido a “resonar en otra persona”. La música se puede poner al servicio del bien o al servicio del mal. Podemos componer canciones que despierten sentimientos negativos, de frustración e insatisfacción. Se puede usar la música para fomentar la aversión hacia pueblos con los que competimos. Pero también se pueden ordenar las notas, los acordes y las palabras de tal forma que promuevan la concordia. ¡Armonía!
Hagamos un experimento: cambiar los acordes de Els Segadors para que este himno suene en una tonalidad mayor. Como muchos sabrán, el actual himno oficial de Cataluña está en una tonalidad menor, que enfatiza la tristeza y melancolía. ¡Qué incongruencia! Se trata de un auténtico rara avis… Pero ha servido para ensalzar la idea del agravio y la “derrota
¡Pongamos al nacionalismo ante un espejo! Los espejos muestran una imagen invertida, y la inversión de algo negativo es algo positivo. Así que donde se sembraba victimismo, cosecharemos orgullo; donde alguien decía “adiós”, saludaremos con un “hola”; donde predicaban un bon-cop-de-falç, entonaremos un som-gent-de-pau. ¿Verdad que suena muchísimo más amigable? Donde nos contaron 300 años de agravio, escribiremos 300 años de convivencia. ¡Juguemos con la música y los sentimientos! ¡Necesitamos un himno optimista! Un himno que no se apene por lo que pudimos haber sido sino que se enorgullezca de lo que somos…
Este himno será el himno de los “sin-himno”. De los que han levantado esta tierra y se les ignora por sus sentimientos y su lealtad. De los que han pagado sus impuestos para financiar un proceso (fallido) de construcción nacional que les convertía progresivamente en extranjeros. Personas que solo quieren vivir en paz… Y cuando el odio, la intolerancia y el mal rollo se imponen, las ganas de vivir con normalidad se convierten en un acto brillante de rebeldía.
En los balcones de la Resistencia aprendimos que cantando se rompe el silencio. Y en plena resaca otoñal, la Cataluña legal, humillada por el gobierno autonómico y abandonada por el gobierno de su nación, sólo puede afirmar con total seguridad que siempre tendrá de su lado el buen humor… ¡y la música! Así que, por favor, que nadie se tome este himno en serio, porque esto de Tabarnia no es más que una broma… Una broma muy seria.
P.d.: La letra está inspirada en una idea que corría por las redes a inicios de este año, publicada en El Confidencial Digital. El vídeo incluye una versión en castellano, para que cada uno cante en el idioma que quiera. O en los dos. ¡O en ninguno! Solo los nacionalistas se fijan en quien canta el himno y quien no…».
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