La presidencia del Puerto de Barcelona sigue acumulando ríos de tinta y horas de radio en nuestro país y es que en cualquier lógica medianamente normal, un puesto de tal calibre no caería sobre una persona imputada por delitos graves como el señor Lluís Salvadó.
Pero tristemente, Cataluña hace tiempo que se alejó del sentido común y de la mínima lógica, y a buen seguro de algo mucho peor, de la mínima decencia de sus dirigentes que gobiernan los destinos de la comunidad autónoma catalana como si de un cortijo se tratará, donde hacen y deshacen a su antojo.
Lluís Salvadó será el nuevo presidente del Puerto de Barcelona, y lo hará con el beneplácito del Gobierno de España que aplaudirá sin reparo alguno su nombramiento para seguir arrodillado ante el separatismo. En este sentido, merece mucho la pena escuchar el ‘monólogo’ que ayer llevó a cabo Carlos Alsina en su programa de Onda Cero ‘Más de uno’, donde hablaba de la distinta vara de medir que existe en Cataluña.
“En cualquier otro lugar de España sería impensable que accediera a la presidencia de una empresa pública una persona procesada por malversación de dinero público, pero en Cataluña no es impensable porque la vara de medir es distinta“, sentenciaba el periodista Carlos Alsina.
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