La situación en Cataluña en cuanto a los rebrotes de COVID-19 no mejora ni mucho menos y los centros de atención primaria están al límite, según cuentan este jueves los compañeros de La Vanguardia.
Los centros de atención primaria son los que están soportando ahora el peso que en la primera ola soportaron los hospitales, y su situación comienza a ser complicada
“No podemos dejar de hacer nuestra actividad diaria para centrarnos solo en la COVID-19. Y no llegamos. Los hospitales cerraron servicios para dedicar plantas enteras a los infectados, pero nosotros debemos seguir haciendo bajas, informes para el traumatólogo y toda la atención«, es la llamada de desesperación que hacen al diario del Grupo Godó médicos de un centro de atención primaria del área metropolitana de Barcelona.
Cabe tener en cuenta que cada ‘sospechoso’ de estar infectado de COVID-19 lleva consigo un protocolo importante. Preguntas, PCR, medir la oxigenación y evaluación y eso supone llevar puesto el buzo de plástico, con las gafas, el doble guante…
La atención primaria es la encargada ahora mismo de frenar el avance del virus, pero no se han reforzados los servicios, y todo depende del buen hacer de unos trabajadores que se encuentran extenuados y al borde de entrar en colapso.
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