El separatismo más radical ha puesto en su diana a una medallista española que logró alzarse con el oro en la selección femenina de waterpolo. Hablamos de Paula Leitón, que nació en Terrassa, pero celebró el éxito deportivo envuelta en la bandera de Extremadura. Este hecho ha servido para que los ‘hooligans’ la sitúen en el punto de mira. Modus operandi habitual.
“Extremadura es el lugar que me ha visto crecer, mis padres siempre me han traído, desde pequeñita. Mi padre es de allí y mi pareja también. Es mi segundo hogar. De hecho, este año me he comprado una residencia, así que cada vez tengo más raíces”, ha explicado Leitón en declaraciones a ‘Canal Extremadura’.
Es la realidad de Cataluña, una sociedad plural y repleta de personas que vinieron del resto de España a trabajar y forjarse un futuro. Nadie les regaló nada, y en su corazón perfectamente caben más de una bandera de un sentimiento de pertenencia. Pero los radicales se creen con la potestad de otorgar carnets de buen y mal catalán.
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