El Senado contó este jueves con la presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que protagonizó un paripé ante la cámara alta. Únicamente habló en catalán y al finalizar se marchó sin escuchar réplica alguna. Dijo que la amnistía “no es un punto y final, sino el punto de partida de un camino que tiene un destino, que la ciudadanía vote sobre la independencia».
Este presidente autonómico añadió que “la amnistía es imprescindible para devolver un conflicto político a la política, para no repetir que vayan la cárcel personas por razones políticas, para terminar las multas, los espionajes, la persecución que sufren ciudadanos”.
Lo que ha hecho Aragonès este jueves en el Senado define muy bien el talante del independentismo. La falta de respeto hacía el pensamiento de los demás, queda una vez más acreditado a ojos de todo el mundo. Es un desprecio que Aragonès no escuche las réplicas de todos los grupos de la cámara y defienda su proyecto rupturista ante ellos. Poca valentía.
Cabe recordar que el PSOE ordenó a sus presidentes autonómicos que no acudieran a la sesión de hoy, donde deberían rendir cuentas sobre las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, que pivotan como todo el mundo sabe sobre la amnistía a los secesionistas y la exigencia de autodeterminación para Cataluña. También una muestra de cobardía y de falta de respeto a la cámara.
NOTA DE LA REDACCIÓN: elCatalán.es necesita su apoyo, en este contexto de grave crisis económica, para seguir con nuestra labor de defensa del constitucionalismo catalán y de la unidad de nuestro país frente al separatismo. Si pueden, sea 2, 5, 10, 20 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.