Gracias al gobierno municipal de Barcelona, integrado por Comunes y PSC, el golpista indultado Jordi Cuixart ha convertido el pregón de las fiestas de Gracia en un mitin separatista que ha acabado con gritos de “independencia” por parte del público asistente.
Ada Colau, que ha intervenido tras Cuixart, ha recibido una fuerte pitada del público y ha tenido que ser Cuixart el que pidiera que la dejaran hablar.
En su pregón Cuixart ha asegurado que “no renunciaremos nunca a volverlo a hacer”, en referencia al golpe de Estado del 1 de octubre, mientras el público coreaba “lo volveremos a hacer”. Luego ha asegurado que “hemos de recuperar las calles”.
Durante su intervención, el indultado tras ser condenado por sedición ha hecho continuas referencias a la prisión y a los “Països Catalans”. Y pidió un “recuerdo para nuestros exiliados. No puede haber una fiesta mayor completa sin nuestros exiliados. Los queremos en casa”. Añadió que “gracias por estos 188 lunes pidiendo la libertad de los presos políticos” e incitó a consumir cultura en el barrio, tanto en las librerías como en los equipamientos del distrito.
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