El diputado de ERC y miembro de la Mesa del Parlament, Rubén Wagensberg, se ha unido al selecto club de turistas ‘por la represión’, que inauguró la ex diputada Anna Gabriel, que se instaló en Suiza sin tener causas pendientes que implicarán prisión.
Wagensberg se ha instalado a Ginebra (Suiza) tras ser vinculado al grupo radical Tsunami Democràtic por el magistrado que investiga el caso en la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón. El todavía diputado de ERC aseguró hace unos días en la emisora RAC1 que “le da pánico volver viendo como está la situación”. Aunque niega ser un “exiliado”, de hecho puede volver cuando quiera, dado que no ha sido encausado ni se le ha pedido prisión preventiva.
Pese a encontrarse en Ginebra, la dirección de Esquerra no lo reemplazara en la cámara catalana y por lo tanto seguirá cobrando 4.423 euros del erario público al mes sin llevar a cabo ningún tipo de trabajo en el Parlament. Lo que se llama en lenguaje coloquial unas vacaciones pagadas a costa de todos los catalanes, lo que es lo mismo que tener la cara de cemento.
«La represión quiere que abandonemos y que dejemos de asumir nuestras responsabilidades, lo que hace el diputado es preparar su defensa y recuperarse de esta situación injusta que hace que viva con esta angustia y por eso es tan necesaria la ley de amnistía», ha asegurado Vilalta, portavoz de los independentistas en la cámara catalana.
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