El independentismo se está radicalizando por momentos, sobre todo tiene un claro objetivo arrinconar, aún más si cabe, al castellano en Cataluña.
Desde hace unos meses a esta parte el separatismo ha redoblado sus esfuerzos por señalar, perseguir y boicotear al segundo idioma más hablado en el mundo, lo que demuestra que es un problema de odio, sin más.
La semana pasada os contábamos el caso de un independentista que señalaba a una pizzería del centro de Barcelona porque sus dependientes no hablaban castellano, enseguida recibieron el apoyo de los radicales de ‘Plataforma per la Llengua’.
Este miércoles os contamos un nuevo boicot a una empresa, en este caso contra Suchard, por haber comenzado una campaña en sus envoltorios en castellano. Mañana será otra, porque el independentismo ha entrado en fase de ‘locura’ y está mostrando su peor cara.
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