Este pasado jueves el inhabilitado presidente de la Generalitat anunciaba a bombo y platillo la distribución de mascarillas, de forma gratuita, para todos los catalanes.
El Govern además anunciaba que iba a distribuirlas a través de las farmacias, todo ello sin contar con ellas previamente, lo que hizo que estas montarán en cólera, como era lógico y esperado.
Pues bien, este viernes ya sabemos que el Govern ha certificado, una vez más, su fracaso en la gestión de la crisis sanitaria del COVID-19. El Govern anunció que distribuiría 14 millones de mascarillas y que estarían listas la próxima semana. Pero no será así.
Hoy ha tenido que reconocer que solo dispone de 100.000 mascarillas y que como tope podrá distribuir un millón y medio de mascarillas y estarán a partir del 20 de abril. Todo ello lo ha justificado este viernes la portavoz del Govern, Meritxell Budó, tras una reunión telemática del Ejecutivo catalán argumentando que “de esta manera podremos asegurar una cantidad de mascarillas suficientemente elevada para que todos la puedan obtener”.
Además Budó ha afirmado que las primeras mascarillas deberán dispensarse al “colectivo de personas vulnerables” y a quienes por su puesto de trabajo “retomarán pronto su actividad laboral fuera de sus domicilios”.
Efectivamente, estos dirigentes de la Generalitat son los mismos que critican constantemente la gestión del Gobierno central, y ponen trabas a la labor del Ejército en la lucha contra el coronavirus.
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