Avui, 11 d’octubre, és un gran dia perquè tot just fa 5 anys que vareu començar el vostre bloc, dolços, y no sólo lo es para Cataluña y los catalanes sino para España y el conjunto de los españoles. Nacisteis con el ‘procés’ pero lo que no os imaginabais es que vuestra contribución iba a ser decisiva para acabar con él.
Hoy hace 5 años que publicasteis humildemente la primera entrada de vuestro blog, ‘Comencem fent com el 1714. Però de debò’, un texto breve y sencillo pero que ya dejaba entrever, con su cita de una fuente histórica como las ‘Narraciones históricas’ de Francisco de Castellví, que no iba a ser un blog cualquiera y que quienes estabais detrás de DC no pretendíais ser bloggers ni instagramers ni influencers, sino que eráis gente seria, informada y preparada, que conocíais la Historia de Cataluña mejor que muchos nacionalistas, y, sobretodo, que, a diferencia del ‘insigne’ Cucurull, vuestra Historia era cierta. Y muy necesaria.
Recuerdo con cariño como, a principios de 2014, un buen amigo y mejor persona, Ramon Arcau, me advirtió sobre la existencia de vuestro blog y, desde entonces, como no podía ser de otra manera, igual que muchísimos otros ciudadanos concernidos con la situación política en Cataluña, nos convertimos prácticamente en yonquis de vuestras entradas que esperábamos cada día con ansia.
En vuestra presentación recogías lo siguiente: “Nuestros nombres no importan. Somos un grupo de catalanes normales. De los que os cruzáis por la calle o en el bar. De toda Cataluña y de toda la vida. O sea, que somos lo que fueron nuestros abuelos y bisabuelos: catalanes, españoles y europeos. Como siempre. Estas cosas no cambian. Así que ya estamos aquí. Para decir que nos gusta Cataluña, a secas. Y que no nos gusta la Cataluña nacionalista, porque el nacionalismo es la degeneración de todo lo que queremos”.
Hoy, 5 años después, gracias a vuestro blog, no sólo los catalanes libres de nacionalismo sino el conjunto de los españoles ha conocido finalmente esa degeneración nacionalista y muchos de los atropellos que el odio estelado ha cometido con nosotros y que antes de vuestra existencia eran sistemáticamente silenciados por el espacio mediático ─hípersubvencionado─ catalán y por unos políticos que no estaban a la altura y que, desgraciadamente, siguen sin estarlo.
La importancia de Dolça Catalunya para el movimiento de la resistencia al nacionalismo en Cataluña es indiscutible: habéis aportado datos que nos han hecho estremecer y nos habéis informado estos 5 años de actitudes institucionales despóticas y totalitarias mediante textos, vídeos y fotografías. Habéis conseguido seguir la actualidad día a día sin desfallecer, con pocos medios y pocas manos, pero siempre lo habéis hecho a tiempo y, sobre todo, con un meritorio nivel de calidad no sólo literario sino por vuestro riguroso análisis y profundo conocimiento de nuestra región y sus gentes, de sus miserias y sus grandezas.
Vuestros números os avalan: en youtube, con 101.580 suscriptores y 84.763.549 visualizaciones arrasáis a los a los 11 canales nacionalistas más populares que son los de CDC, PDECAT, JxC, JxS, ERC, CUP, Òmnium, ANC, Nació Digital, Vilaweb y Súmate. Y el blog está cerca de conquistar ya los 100 millones de visitas, algo que el ‘Conde de Cobró’, con todas sus subvenciones, no se ve capaz de lograr.
Con Dolça Catalunya habéis ayudado a que se conozca no sólo lo malo sino también lo bueno. No sólo habéis desmontado de manera sistemática y razonada las mentiras de Mas, del Mocho y de muchos otros ‘líderes’ procesistas sino que habéis conseguido que mucha gente descubra que grandes autores catalanes como Verdaguer no eran nacionalistas sino que se los había apropiado el nacionalismo. Habéis recuperado a pensadores como Balmes o literatos como Pla a los que el nacionalismo ha querido aplicar la ‘damnatio memoriae’ y hacerlos desaparecer de nuestro relato cultural que a día de hoy está tremendamente sesgado.
Habéis puesto a articulistas y ensayistas tanto nacionales como internacionales en conocimiento directo de la gente ayudando a transmitir sus ideas en la defensa de la nación española y de la fraternidad de los catalanes entre sí y con el resto de los españoles. Habéis hecho bien, un gran bien, nos habéis regalado conocimiento, y con él nos habéis transmitido esperanza, y todo ello hará que vuestra simiente quede imprimida para siempre en las nuevas generaciones que deberán vivir en una Cataluña libre… pero de nacionalismo y en un futuro más cercano de lo que algunos creen.
A diferencia de los nacionalistas, vuestro blog tiene muchas almas y dos lenguas. Pero sí que compartís algo con los nacionalistas y es la lucha por el lenguaje. Mientras ellos se inventan neologismos (en el mejor de los casos) o neopaparruchadas (lo habitual) como ‘espanyansroba’, ‘dret a decidir’, ‘volem votar’ o ‘la voluntat d’un poble’ vosotros o creáis o popularizáis unos mucho más graciosos o certeros como ‘el Mocho’, ‘libres de nacionalismo’, ‘lazis’, ‘llepasubvens’, ‘charnacionalista’, ‘la bacallenera del règim’, ‘l’escurçó del règim’, etc.
El nacionalismo os odia, ya no sólo por vuestro éxito sin precedentes ─las cifras os avalan─, sino porque para aquellos adoradores del ADN que (des)gobiernan de manera despótica y guerracivilista en la región de Cataluña y en los ayuntamientos catalanes amarillos vosaltres sou uns botiflers, uns traidors, uns venuts, perquè sou els de casa, no uns xarnegos nouvinguts que quieren colonizar y españolizar el terruño nacionalista. Les recordáis a diario que ellos no son los amos de la masía y que el resto no somos sus jornaleros; y que para ser un buen catalán y un buen español no hace falta recurrir al estudio de los baches en las cadenas de ADN, simplemente ser un buen ciudadano y respetar las leyes humanas y divinas (aunque para la ‘famiglia’ Pujol no exista aquella de ‘no robarás’ en ninguno de ambos ámbitos).
Hay que remarcar que Dolça Catalunya es un blog que, expresamente desde su creación, de manera inteligente y con un alto grado de voluntarismo ─regalando muchas horas del tiempo personal de sus miembros─, ha rechazado su monetización con el objetivo de ser libre y no tener adscripción partidista y librarse de este modo de ser sometido al dictado de la propaganda política y de una errática sociedad civil tradicional que deambulaba sin rumbo en las brumas del nacionalismo.
Este desinteresado e ingente, cuasi hercúleo, esfuerzo que habéis hecho, dolços, en una Cataluña enferma de ictericia os ha permitido sacarle los colores a los partidos que supuestamente deben defendernos y que muchas veces, por sus propios intereses electoralistas y personales, se han olvidado de nosotros, los ciudadanos de a pie, los que sufrimos cada día los estragos del nacionalismo. Y cuando han acertado y han dado la cara por todos nosotros, los habéis aplaudido y encorajado, como debe ser.
Cada cop molta més gent ho té clar: parafrasejant el lema de l’abadia groga de Montserrat, ‘Catalunya serà dolça o no serà’. Gràcies, gràcies de debò, per la vostra lluita desinteressada per la veritat, la llibertat i per fer entendre la resta d’espanyols que els catalans de debò no són els nacionalistes, ans al contrari, són els que són i seran alhora gent catalana i gent española, sense embuts, como lo hemos sido siempre y con orgullo.
Dolça i redolça Catalunya!
Pau Guix
11 de octubre de 2018
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