La alcaldesa de Barcelona siempre ha tratado de defender a los secesionistas, cada vez que ha tenido ocasión de tomar parte, siempre se ha puesto de su lado. Es una realidad.
Con este comportamiento ‘buenista’ parece ser que Ada Colau pretendía recibir la ovación y las reverencias de un movimiento que no está dispuesto a reconocerla como alguien de los ‘suyos’. Sorprende a día de hoy que todavía algunos no conozcan el radicalismo de los separatistas.
Ada Colau comprobó ayer en sus carnes como el secesionismo no está dispuesto a dar voz a los que no se alienan sin fisuras en favor de la independencia de Cataluña. La alcaldesa fue abucheada, hasta el punto que acabó llorando.
Posteriormente se ha mostrado indignada en sus redes sociales por el comportamiento de los independentistas, como si hubiera descubierto ayer como son y como actúan.
«Hoy ha sido un día de alegría para el inicio de las fiestas de Gràcia y, sobre todo, gran emoción por la presencia de Jordi Cuixart como pregonero. Sin embargo, un pequeño grupo de personas ha insistido con fuertes silbatos hasta dejarme sin la posibilidad de hablar. Siempre hay un silbato, banners, discurso alternativo… Es normal y saludable tener una ciudadanía movilizada y criticada. Me pasó a mí y a un montón de alcaldes en otras ocasiones. Lo que no me ha pasado hasta ahora y fue la insistencia de no dejarme o empezar mi discurso«, ha afirmado Ada Colau.
Bienvenida al mundo real alcaldesa, esto es lo que sufren a diario ciudadanos constitucionalistas en Cataluña, y usted y los suyos miran hacía otro lado.
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