El restaurante ‘Chop-chop’ (Pabellón de la fruta “C”, s/n. Metro L9 Mercabarna) fue, para mí, una de las mejores cosas que disfruté en mi primera visita a Mercabarna, el gran mercado de abastos de Barcelona. Un lugar sin artificios, dónde todo es lo que parece y en el que se come bien a un precio razonable.
Menú de batalla por once euros: abundante, sencillo, sin engañar a nadie y rico. Yo dejé de comer macarrones o espaguetis en los menús del día porque me he llevado tantas decepciones que prefiero hacerme la pasta en mi casa. La del ‘Chop-chop’ era muy sencilla: prometían espaguetis con tomate y salchichas. ¡Y había una cantidad notable de carne, y estaba buena!
De segundo, cachopo de lomo de cerdo con patatas fritas. Las patatas fritas caseras, de las que comía de chaval en casa cuando nos quedaban bien. Buenísimas. Y el lomo estaba bien empanado, sin ser aceitoso y con el toque justo de jamón y queso. De postre, un buen flan de huevo, mejor que otros por los que he pagado cinco o seis euros fuera de menú en restaurantes de medio pelo.
Mis compañeros de mesa también probaron el gazpacho, y aseguraron que estaba más que bueno, la lubina a plancha con patatas panadera y la entraña a la brasa con patatas fritas. Todos contentos. Cuando vuelva a Mercabarna habrá que volver a visitar este restaurante…
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