Aunque el 2021 no ha sido bueno para la sociedad catalana, ni para el conjunto de España, en clave blanquiazul nos ha dejado muchos momentos inolvidables. Comenzando por la gran victoria en un estadio, Mestalla, que no se nos acostumbra a dar bien — tanto por la calidad del rival, por los disgustos arbitrales que hemos recibido en los últimos años –.
El 1 a 2 en Valencia, conseguido en cinco minutos mágicos, pero en el contexto de un partido destacable, no solo nos ha endulzado la Nochevieja, sino que nos da esperanza para que el 2022 sea mejor. Y eso que el año que nos ha dejado ha sido bueno. No solo por el triunfal retorno a Primera División, ganando el campeonato y consiguiendo logros individuales tan destacables como el Pichichi o el Zamora.
La temporada del reencuentro está siendo magnífica. No olvidemos que somos un recién ascendido, y conseguir veintiséis puntos en la primera vuelta es un balance más que positivo. Además, se han conseguido victorias importantes, como contra el Real Madrid o la Real Sociedad y solo un árbitro casero, y la mala puntería, impidieron que consiguiéramos botín en el Camp Nou.
RDT sigue goleando, Puado ha vuelto a recuperar su olfato goleador y Diego López ha demostrado que sigue siendo, a sus cuarenta años, uno de los mejores porteros de la Liga. Nos quejamos de las oportunidades pérdidas, pero desde la tranquilidad en la tabla clasificatoria. Hemos pasado dos rondas de Copa y tenemos por delante la posibilidad de hacer algo grande en el torneo del K.O. El 2022 está por escribir, y puede ser aún mejor que el año que acabamos de cerrar (foto: RCDE).
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