Societat Civil Catalana apoya el estado de opinión entre el constitucionalismo sobre la no conveniencia de acudir a espacios de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, la entidad que posee los medios de comunicación de la Generalitat, ante «su falta de pluralidad y por no cumplir con sus propias normas, estatutos y código deontológico», según fuentes consultadas en elCatalán.es.
Este clima ha tenido el factor desencadenante en la cobertura que los medios de la Generalitat hicieron de la gigantesca manifestación constitucionalista del 8 de octubre, que ha sido denunciado por diversos medios de comunicación, como El Confidencial y también de las informaciones previas, como cuando en el noticiario nocturno de TV3 de la víspera del 😯 se puso casi al mismo nivel a SCC con la Falange y Plataforma por Cataluña.
La actitud de TV3 y Catalunya Ràdio llevó a que dos populares comunicadores constitucionalistas, Nacho Martín Blanco y Joan López Alegre, publicaran una tribuna en El País en la que anunciaron que no volverían a participar en programas de la CCMA.
“Preferimos renunciar a nuestros emolumentos que seguir aguantando el desgaste emocional que supone participar en ese circo del odio a España y la carga moral de pensar que nuestra presencia lo legitima”, afirmaron. Esta postura fue secundada en un comunicado por el Grupo de Periodistas Pi i Margall, entidad que por su parte dio su apoyo a la manifestación del 8 de octubre en Barcelona, y que fue convocada por Societat Civil Catalana.
El objetivo de esta voluntad de no participar en dichos espacios sería el no legitimar a unos medios de comunicación, los de la CCMA, que no representan la pluralidad de la sociedad catalana y que además incumplen continuamente su código deontológico.
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