Al movimiento independentista hay que reconocerle su perseverancia y, sobre todo, su nulo sentido del ridículo. Pese a que coleccionan ya unos cuantos fiascos en distintas convocatorias de protesta, ahí siguen de aquelarre en aquelarre, sin importarles que en muchas ocasiones haya más banderas y pancartas que personas. Tienen su mérito.
Este viernes, los separatistas de la ANC han organizado un acto de protesta en Barcelona, aprovechando la visita de los ministros de Transporte de la Unión Europea a la capital catalana. El encuentro ha servido para sellar su compromiso con una movilidad que sitúe a las personas en el centro y que sirva para la cohesión social y territorial y a la vez minimice el impacto medioambiental.
El acto se ha celebrado en el recinto modernista del Hospital de Sant Pau, y justamente allí es donde había convocado la protesta la ANC. El nuevo aquelarre independentista apenas ha logrado reunir una cincuentena de personas, de hecho se veían más esteladas y carteles que personas en la concentración.
Este es un nuevo pinchazo de los secesionistas, que últimamente cuentan sus actos por fracasos. La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, había asegurado que convocaban la protesta para dejar claro a los ministros presentes en Barcelona que «la única vía es la independencia«. Entre las pancartas mostradas se podía leer alguna donde se afirmaba que «Cataluña no es España«. Viven en Matrix.
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