Ha pasado más de un mes desde la celebración de las elecciones generales y Sumar, formación que presume de ‘ecologista’ y que forma parte del actual Gobierno de España en funciones, no ha retirado buena parte de su propaganda electoral en la segunda ciudad de Cataluña, L’Hospitalet de Llobregat y, por lo tanto, ensucia su paisaje urbano.
La formación que lidera la vicepresidenta en funciones Yolanda Díaz, y que da lecciones a los demás de respeto al medio ambiente, sigue manteniendo propaganda electoral en diversos barrios de esta ciudad, como el centro, Santa Eulalia o Bellvitge, y no la retira a pesar de haber pasado más de cinco semanas y cuando otros partidos sí lo han hecho.
Los partidos que gobiernan varias administraciones públicas, como es el caso de Sumar, deberían dar ejemplo, pero no es así. A los ciudadanos le aplican mano de hierro cuando a ellos les conviene, pero los dirigentes de Sumar — en Cataluña los ‘comunes’ de Ada Colau — hacen lo que les da la gana con total impunidad. A fin de cuentas, más que ‘comunes’ ejercen de ‘señores’ feudales.
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