El COVID-19 continúa golpeando con dureza a varias zonas de España, y las Islas Baleares se encuentra en estos momentos entre las zonas más afectadas.
Ante esta situación el gobierno autonómico ha redoblado las restricciones para tratar de frenar el avance del coronavirus. Se reducirán las reuniones a un máximo de cinco personas y también se prohibirá las salidas de casa nocturnas.
Todas estas restricciones se pueden aplicar a las zonas de alta incidencia que el gobierno considere: poblaciones, barrios o perímetros concretos: “Se plantea un marco general donde los responsables de salud pueden decretar lo que crean conveniente y no en todas partes puede ser el mismo“.
Estas medidas se extenderán como máximo durante quince días, pero el gobierno de Francina Armengol las considera imprescindibles para frenar los contagios.
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