Los radicales de la CUP que se permiten hacer ‘peinetas’ en el Parlament a los diputados de VOX son una panda de revolucionarios de salón que, gracias a la impunidad de la que gozan en Cataluña, se permiten todo tipo de hazañas, como mandar a sus juventudes a atacar autobuses turísticos, o la redacción de un medio constitucionalista.
La CUP es una coalición de pijos que dan lecciones a los obreros — ellos los llaman ‘clases populares’ — de cómo dirigir sus vidas, cuándo solo los han visto — explotados, por supuestos — en las empresas que poseen y dirigen sus padres y sus abuelos, y que más pronto que tarde las lideraran ellos mismos para seguir manteniendo su elevado tren de vida.
Eso sí, son maleducados a rabiar con los que ellos consideran ‘ñordos’ o ‘españoles’. Nada nuevo bajo el sol, presumen de una superioridad moral que no tienen, porque su comportamiento político es deleznable, por el desprecio que demuestran hacia los que no piensan como ellos.
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Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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