El independentismo más radical pretende imponer el catalán en todos los órdenes de la vida, cueste lo que cueste y haga falta lo que haga falta.
En esta ocasión os traemos una imagen que se ha hecho viral en las redes sociales separatistas y es la comprobación de la obsesión que reina en las cabezas de los que consideran que la lengua está por encima de todas las cosas.
Una ‘disputa’ entre vecinos por el aparcamiento de una moto acaba derivando en otro vecino que quiere que las notas que se escriben en el portal de un edificio sean en catalán. Este simple mensaje, demuestra al nivel que se ha llegado entre los secesionistas.
Lamentablemente están logrando que lo que debería ser una riqueza cultural para Cataluña, haya llevado al catalán a ser un idioma de parte y antipático para un buen número de catalanes que lo ven como un arma arrojadiza del secesionismo.
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