A pesar de la intensa (y muy necesaria) lluvia, más de un centenar de personas (exactamente 109) abarrotaron ayer viernes la “Sala Costa Dorada” del Palacio de Congresos de Salou (se tuvieron al final que habilitar sillas de otra dependencia) para asistir a la conferencia organizada por la Coordinadora de grupos de la Resistencia Cívica de Tarragona y que impartió el ciudadano hispano-suizo François Meylan y tuvo por título: “La guerra sucia del separatismo catalán en Suiza”.
Presentó y moderó el acto Salvador Caamaño, portavoz de la “Coordinadora” quien destacó la importante labor que viene desarrollando la entidad hispano-suiza “Catalunya Peuple d’Espagne” que fundó y actualmente preside F. Meylan, en el sur de Francia (Pirineos Orientales) y en Suiza, para intentar combatir y desenmascarar el falsario relato separatista que está fuertemente apoyado y subvencionado por la Generalitat de Catalunya.
Caamaño concluyó su intervención diciendo: “La labor que vienen desarrollando las entidades de la Resistencia cívica y entre estas la que preside Meylan a nivel internacional, es ahora si cabe más importante que nunca, pues en los últimos años el siniestro gobierno social-comunista de Sánchez, con tal de permanecer en el poder no ha parado de hacer concesiones al separatismo, lo que está provocando un acelerado desguace de nuestra nación. A este ritmo y con las últimas concesiones que no serán las últimas, de facto Cataluña está ya muy cerca de ser un Estado soberano, La situación a la que nos están conduciendo unos y otros es aberrante, ya apenas le quedan competencias que entregar a los secesionistas. Los constitucionalistas o españolistas en Cataluña, en Vascongadas o en Navarra especialmente, estamos hoy más vendidos que nunca, lo que nos obliga a llevar a cabo una lucha cívica sin cuartel en todos los frentes, lucha que debería ser lo más unitaria posible, contra el sanchismo y el secesionismo que vienen a ser ya la misma cosa”.
Por su parte, François Meylan, en una larga y muy interesante intervención que acompañó en todo momento con imágenes y documentos que la ilustraban, expuso en una visión general de la historia y la labor que viene haciendo la entidad que preside, creada en marzo del año 2018 y compuesta por personas de varias nacionalidades. Hizo especial mención de la amplia labor que viene desarrollando en Suiza y en parte del sur de Francia, para intentar combatir el relato del separatismo catalán, que según manifestó es muy intenso en la mayoría de los países europeos y cuenta además, con importantes apoyos y la complicidad de medios de comunicación, instituciones y profesores y profesionales influyentes (a menudo por intereses espurios pues, suelen ser objeto de regalos y prebendas) en muchos de estos países.
Mientras, España esta perdiendo claramente entre la mayoría de ciudadanos europeos, la batalla contra el relato secesionista por la abdicación de sus clases políticas dirigentes, que históricamente no han sabido o más bien no han querido, ni han puesto medios, para hacer frente al potente relato separatista. “Se hace demasiado hincapié en el Partido Socialista, pero no es tampoco el único responsable”, dijo. Mientras el relato separatista ha estado siempre fuertemente subvencionado por la Generalitat de Cataluña e incluso por instituciones deportivas como el “Barça”, que se ha ido desplegando en estos países a través de organismo de propaganda exterior como el Diplocat, asociaciones como Òmnium Cultural, la ANC o directamente por los propios partidos secesionistas. Dijo por ejemplo que el «Tsunami democràtic” catalán se gestó en Ginebra. Y que Pere Aragonès suele ir con frecuencia a Suiza a recibir instrucciones de la fugada Marta Rovira.
François Meylan comentó también que para conocer mejor desde dentro los planes de los separatistas en Suiza y en Francia, había llegado a infiltrarse, varias veces, en grupos del entorno del secesionismo catalán. Y nos dejó en su intervención frases como las siguientes: “Hay demasiada gente que vive gracias a esta pesadilla”. “En suiza para las autoridades y la mayoría de ciudadanos hay una gran obsesión por defender los derechos humanos y la libertad de expresión, algo que les ha llevado en este caso a ponerse del lado del opresor (el separatismo), que se presenta, sin embargo, como la “víctima”, cuando evidentemente no lo son”. “En Suiza, son vistos en general como héroes”. «No se puede permitir jugar con el destino de los pueblos con manipulaciones y mentiras». “Para la inmensa mayoría de medios internacionales el relato predominante y casi único es el que han impuesto los separatistas. Los constitucionalistas no existen o los identifican con la represión y la extrema derecha“. “ERC y Junts tienen una ideología racista y de secta”.
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