Victoria trabajada contra la Real Sociedad, victoria épica contra el Real Madrid, derrota estilo Barça — con penalti de atraco — contra los de siempre, derrota extraña contra el Sevilla y derrota tras un descuento eterno contra el Atlético de Madrid. Vicente Moreno ha demostrado que contra los ‘grandes’ el equipo funciona y da la cara, recordemos también el empate contra otro club de Champions, el Villarreal.
Si no fuera por algunos lamentables episodios como las tristes derrotas contra el Mallorca y el Getafe el Mágico Espanyol estaría luchando por todo. Y digo por todo. Está claro que no hay que perder el sentido común, que somos un equipo recién ascendido y que los delirios de grandeza a veces provocan grandes batacazos, pero con un RDT de dulce, un Darder inspirado y un Diego López espectacular, podemos soñar con algo más que sumar cuarenta y dos puntos.
Si conseguimos mantener el RCDE Stadium como lo que es ahora, un fortín inexpugnable, y comenzamos a espabilarnos a domicilio — lo que no es difícil dado lo visto hasta ahora — la ilusión puede volver a lo grande a una afición muy castigada tras un descenso terrorífico y un paso por Segunda que aunque fue meritorio, lo fue jugando contra rivales que ojalá no volvamos a ver en nuestro campo, al menos en partidos de Liga, salvo que consigan ascensos milagroso.
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