La Asociación por la Tolerancia (AT) ha otorgado su XXX Premio a la Tolerancia a ALEJO VIDAL-QUADRAS ROCA, físico, catedrático de Física Atómica y Nuclear en la Universidad Autónoma de Barcelona, ex vicepresidente del Parlamento Europeo y miembro y promotor de distintos partidos. Entre los anteriores galardonados están Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, Teresa Freixes, Albert Boadella y Rosa Díez.
Según es habitual, un jurado compuesto a la par por miembros de la Asociación y personalidades externas ha decidido reconocer con este galardón «su constancia, a lo largo de su dilatada vida política, en la defensa de los valores constitucionales. En particular, en su tierra natal, Cataluña, donde distintas fuerzas políticas tratan de valerse de las debilidades de nuestro sistema democrático para romper la unidad nacional».
Los organizadores añaden que «en su primera etapa política, Vidal-Quadras se mostró inflexible en la denuncia, a menudo salpicada de fina ironía y de su sentido del humor, de los intentos de secesión del nacionalismo separatista y de las maniobras para sortear la ley en favor de su proyecto. Fue pionero en la articulación de un discurso constitucionalista desacomplejado y alternativo en el parlamento autonómico que rompió esa especie de actitud servil por parte de todas las formaciones políticas ante el supremacismo que exhibía el poder nacionalista».
«Pese a haber llevado al Partido Popular en Cataluña a sus mejores resultados electorales (nunca alcanzados después), fue desplazado por su partido al Parlamento Europeo, tras los llamados pactos del Majestic. Destacó también en ese nuevo destino, donde ocupó el puesto de vicepresidente desde 1999 hasta 2014. En su trayectoria, dentro y fuera del Partido Popular, siguió fiel a sus convicciones y abiertamente enfrentado al nacionalismo, se acercó a entidades de la sociedad civil que trabajaban en pos de sus mismos objetivos, y desde su presidencia de Fundación Concordia promovió acciones conjuntas a través de la plataforma Convivencia Cívica Catalana», aseguran.
El jurado quiere manifestar que «esta designación no es mera solidaridad por el atentado del que recientemente ha sido objeto, por más que no puede dejar de condenar un acto tan execrable cometido contra alguien cuyas únicas armas han sido siempre la palabra y la fuerza de la razón y de la Ley. Su elección se debe, muy al contrario, al reconocimiento del valor de una trayectoria política impecable en el ámbito de los mismos valores que defiende esta Asociación; valores de carácter prepolítico en tanto que constituyen el entramado sobre el que se debe levantar el tejido social. El atentado es en sí mismo la prueba fehaciente de la fortaleza de las convicciones morales del premiado que, pese a las amenazas, ha seguido denunciando la violación constante de los Derechos Humanos en Irán».
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