En esta nuestra sufrida comunidad autónoma real y República de los 7 segundos ficticia, fuera de las papanatadas del ‘seny’ y la ‘rauxa’, lo que sí ha habido siempre es una Cataluña gamberra e irreverente, con una mezcla irresistible de sentido común y ‘llufa’ sonora y sin complejos, que ha sido la auténtica válvula de escape de una tierra que vive en perpetua agitación.
Es la Cataluña de Pitarra, de las revistas satíricas de finales del XIX e inicios del XX, del cuplé y del cabaret más picante, de El Molino y La Maña, del ‘avi’ socarrón pasado de vueltas que para lo que le quedaba en el convento vaciaba un porrón tras otro, de Mary Santpere, del Cassen futbolero, del Tío Vázquez batiendo sus récords de canalleo y batiendo récords de sableo…
Una forma de ver la vida que sí redime a una comunidad y que constituye el último baluarte frente al victimismo, la autocomplacencia y la superioridad moral que son la marca de la casa de las clases dominantes en Cataluña.
Albert Soler es el más brillante exponente del sector gamberro-catalán contemporáneo. Que en una etapa de estupidez congénita en la que vivimos gracias a una clase dirigente que juega a hacer la revolución de 19:00 a 20:45, pero no más tarde, que la cena caliente no es negociable y luego toca ver la tertulia de TV3, es más necesario que nunca.
Xavier Rius sería otro de los exponentes de este sector, pero vivir en Girona, la auténtica capital de la Cataluña representada por Quim Torra, tiene un plus en estos momentos. Porque los gamberros, de una manera o de otra, tocan las narices al poder. Y el poder en estas cuatro provincias levantiscas es detentado por algunos de los protagonistas del guiñol que Soler ha creado: el ‘Vivales’ y su corte de ‘Matamalas’, Torra, los que cambiaron el pádel o el punto de cruz por la revolución de las sonrisas…
Soler ha recopilado sus gamberradas más sonadas en forma de libro (‘Estàvem cansats de viure bé) y lo presentó el pasado martes en Barcelona en ‘El Mama’ bien arropado por Víctor Amela y Ramón de España. La sala, a reventar con un público transversal: unos no soportaban a Torra, otros a Puigdemont, otros a Núria de Gispert y muchos a ninguno de los tres.
Los tres compitieron en talento y en buen humor, pero el fino estilismo de Amela y la ironía socarrona de Ramón de España no pudieron eclipsar al espíritu de esa Cataluña gamberra que tanta hace falta en estos momentos y que Albert Soler encarna tan bien. Alguien que ha escogido como refugio espiritual al Cuéllar y el Fogons, dos bares en los que Torra no entraría ni aunque le invitaran a Ratafia Gold Mature 18 years old, merece no solo ser leído, sino adorado.
Y así fue. Con el trofeo de una fan, que le regaló un tanga, y que se convirtió en su gorra en la firma del libro posterior al coloquio, recibió la adoración de las docenas de personas que hicieron cola para que Soler les rubricara el libro.
En estos momentos de postureo en Cataluña, en los que Pilar Rahola se ha convertido en una periodista de referencia, el FAQS en un programa informativo y Xavier Graset en un anchorman de la NBC, se agradece la autenticidad de Albert Soler que, a diferencia de los recién mencionados, no toma el pelo a nadie, ni pretende hacerse pasar por lo que no es.
A Albert Soler le gusta escribir y tocar los cojones. Porque en esto consiste el periodismo, en que nos lean y en molestar a quien manda. Por eso tiene la adoración de miles de catalanes, y el odio de otros tantos. Y por eso la presentación del martes se convirtió en un reconocimiento público al último exponente de la Cataluña gamberra, a un periodista gerundense que se ha convertido en un remedio más sano y más barato que una sopa de Prozac.
Sergio Fidalgo
Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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