El Grupo de Periodistas Pi i Margall (GPPiM) ha hecho público un comunicado en el que solicita que «todos los periodistas y expertos que defienden la convivencia entre todos los españoles no vayan a los programas de la televisión y la radio pública catalana hasta que dichos medios no informen con la imparcialidad, la veracidad, la pluralidad y la profesionalidad periodística que deberían tener como medios que son al servicio de todos los ciudadanos de Cataluña».
El grupo considera que «la presencia de expertos y periodistas contrarios a la independencia de Cataluña, mientras dichos canales no cambien la manera sectaria en la que presentan sus informativos y debates, solo hace que justificar una supuesta pluralidad que apuntala todavía más los dogmas del independentismo».
«Al hablar de la secesión en programas informativos y de debate, cuando solo se permite que haya un tertuliano que se opone a las tesis del independentismo, se da por hecho que una amplia mayoría de los catalanes quiere la independencia y se proyecta la falsa idea de que sociológicamente los opositores al “procés” son un grupo marginal en Cataluña».
El GPPiM cree que «mientras desde TV3, Catalunya Radio, el 3/24, Catalunya Informació o el resto de cadenas públicas de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) se siga alentando la movilización en pro del movimiento independentista, mientras se siga tratando a parte de los ciudadanos como malos catalanes por no secundar los dogmas oficialistas del gobierno de la Generalitat, es preferible no colaborar de ninguna manera con dichas cadenas».
«La quema de una Constitución en directo, preguntar a los espectadores si es legítimo desobedecer al poder judicial o si están dispuestos a impedir físicamente que se juzgue a Artur Mas, documentales que lavan la imagen de una banda terrorista como Terra lliure, series de televisión en las que uno de los idiomas oficiales en Cataluña, el español, solo es hablado por delincuentes, insultos contra andaluces o tiros contra fotografías del Jefe de Estado español, son solo algunos de los ejemplos de mala praxis de los medios públicos catalanes en los últimos años. Y mientras se sigan produciendo, la presencia de profesionales que defienden la ley, la convivencia, la fraternidad entre ciudadanos, la libertad y la pluralidad sólo legitima dicha perversión e inmoralidad».
El Grupo de Periodistas Pi i Margall es la única asociación de periodistas catalanes adherida a la FAPE y su presidente es Sergio Fidalgo.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
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