El gobierno de Pedro Sánchez llegó a la Moncloa con el apoyo de los separatistas y prometió un nuevo estilo en la relaciones con estos partidos.
Desde su llegada al Gobierno de la Nación, el socialista ha tratado de suavizar las tensiones con el mundo secesionista, tenemos varios ejemplos que así lo demuestran, pero sin excesivo éxito.
Y este jueves así lo ha reconocido el ministro de exteriores, Josep Borrell, durante una conferencia ha afirmado que, “el gobierno ha hecho un gran esfuerzo por rebajar la tensión existente, aplicando podríamos decir una política ibuprofeno, y cuando creíamos que la situación había entrado en una fase de mayor diálogo, los ánimos se han vuelto a encrespar con las declaraciones del presidente de la Generalitat”.
Josep Borrell también ha querido dejar claro que, “el gobierno en 24 horas ha hecho lo que tenía que hacer que es pedir explicaciones y advertir que esa situación no es aceptable y que si se mantiene, aplicará la ley sin necesidad de llegar al artículo 155 porque se puede intervenir sectorialmente“.
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