Más pronto que tarde veremos a Peyu en TV3, o al frente de una de esas productoras, como la de Toni Soler o Jaume Roures, que se forra trabajando con los medios de la Generalitat. Y es que el secreto para forrarse a costa del dinero público en Cataluña es insultar a todo lo que huela a español, sea la Casa Real, la Constitución, el Real Madrid o la Puerta de Alcalá.
Como Peyu ha protestado en redes, y ha recibido numerosas muestras de solidaridad por parte de activistas independentistas, porque TV3 le ha censurado un gag en el que mostraba su deseo en que la Reina Letizia le chupara su suponemos apreciable y ‘estelada’ polla (y Jair Domínguez pretendía que fuera la menor de edad Leonor quién o hiciera), y ese falta de respeto es difícilmente superable, merece una gran recompensa por parte del Gobierno que preside Pere Aragonès.
Espero que Peyu aparezca junto a Junqueras y Otegi en algún mitin bajo una pancarta que diga “tres hombres de paz y armonía contra el fascismo totalitario español”, y que los tres muestren sus deseos eróticos más profundos con iconos españoles de por medio. Por supuesto, retransmitido en directo por el canal de noticias de TV3 y con amplio eco en los telediarios de la cadena.
Es lo que hay en esta Cataluña de mierda que ha creado el separatismo. Cuanto más odio siembras, más dinero recibes. Es posible que a Peyu le ‘castiguen’ a corto plazo, por el qué dirán, pero a la larga su ‘hazaña’ del gag soñando con felaciones reales le saldrá muy, pero que muy, a cuenta. Por eso lo ha hecho y lo ha difundido.
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