Ángeles Ribes, que estuvo con Sergio Fidalgo en el ‘Ho tornarem a fer’ de esta semana (pueden verlo en el vídeo que encabeza esta pieza), asistió a la manifestación que este sábado se celebró en Cibeles y contó que «fue un gustazo, no solo porque fue multitudinaria, sino que no hubo ningún incidente, a diferencia de otras manifestaciones no hubo ningún tipo de bronca y no se tiró un papel al suelo».
Reconoció que «me gustaron, sobre todo, dos discursos. El del eurodiputado portugués Paulo Rangel, que fue muy vehemente, pero que de manera muy didáctica nos explicó el por qué la amnistía era un ataque el Estado de derecho, al ser una clara injerencia en la labor del poder judicial». Y añadió que «el otro discurso fue el de Albert Boadella, que tuvo una intervención muy breve, pero que dijo lo que había que decir. Nos contó que le ‘jode admitir que mi vida empezó en una dictadura militar y va acabar en una dictadura progre’, lo que es verdad».
Sobre el nuevo Gobierno dijo que «hay muchos ministerios que no sirven para nada, salvo para colocar a todos los suyos para que Sánchez esté calentito». Y sobre la perdida de peso del PSC, que en las últimas semanas ha perdido la presidencia del Congreso y ha pasado de tener dos ministerios a conformarse con uno, argumentó que «el PSOE tiene peajes que pagar, y no solo con ERC, también con Junts. Recordemos como estos dos partidos le dejaron muy claro en sus discursos en la investidura que tenían bien cogido a Sánchez, y que más le valía portarse bien».
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