Salvador Caamaño Morado, es uno de los pioneros en la lucha contra el nacionalismo en las comarcas de Tarragona: fue uno de los fundadores allí del Foro Babel, luego fue miembro de Convivencia Cívica Catalana y es actualmente presidente provincial de Societat Civil Catalana en Tarragona. Este incansable activista constitucionalista que proviene del espectro de la izquierda comunista catalana (PSUC, PCC y CC.OO) es colaborador habitual del Diari de Tarragona y de elcatalan.es, y ha publicado hace unas semanas el libro ‘Tarragona 1936. Terror en la retaguardia’ (Ed. Silva), sobre la represión revolucionaria del Front Popular en la provincia de Tarragona.
¿Cómo fueron los primeros meses de la Guerra Civil en Tarragona?
En la retaguardia tuvo lugar una represión terrible e indiscriminada contra religiosos, gente de derechas, propietarios, católicos… O contra gente que simplemente se lo parecía a los milicianos que formaban parte de los comités antifascistas locales y a las patrullas de control del Front Popular. Se propusieron limpiar la retaguardia de presuntos fascistas y produjeron una auténtica orgía de sangre y fuego. En la provincia de Tarragona, entre julio y noviembre de 1936, fueron asesinadas un millar largo de personas, fueron incendiadas o saqueadas la mayoría de las iglesias y edificios religiosos, confiscadas (robadas) multitud de propiedades… Y todo esto se produjo en general muy lejos del frente de guerra.
En esta obra relatas casos concretos de personas asesinadas por sus ideas políticas. ¿Cuál fue el crimen más despiadado?
Bueno, fueron muchos y no siempre fueron por razones estrictamente políticas, en algunos casos primó la venganza personal o razones que podríamos llamar como prepolíticas. Uno de los primeros y más crueles fue el caso del médico forense de Tarragona, el Dr. Josep M.ª Vives Salas, que fue detenido la madrugada del 27 de julio por una patrulla de milicianos en su casa de la Rambla y maniatado lo condujeron a las afueras de la ciudad donde lo rociaron de gasolina y lo quemaron vivo. Algo parecido le hicieron cerca del Coll de Lilla (cerca de Montblanc) al obispo auxiliar de Tarragona, Manuel Borràs. Al sacerdote Tomàs Capdevila Miquel le sacaron los ojos, le amputaron la lengua y los genitales antes de asesinarlo. En fin, hay muchos casos truculentos que sería largo de enumerar.
Cuéntanos algo de los barcos prisión… ¿Cómo fueron las checas en Tarragona?
Sí, en Tarragona se habilitaron varios barcos como prisión, entre ellos el más conocido y siniestro fue el Río Segre, que llegó a alojar a más de 300 prisioneros, que sobrevivían en condiciones infrahumanas y de estos unos 220 acabaron siendo asesinados con el método de las denominadas «sacas». En realidad estos barcos prisión fueron utilizados como “checas” flotantes. También existieron unos infaustos campos de trabajo, hubo siete en Cataluña y dos de ellos estuvieron en la provincia de Tarragona, en Falset y Hospitalet de l’Infant. En ellos ocurrieron cosas terribles pues, dirigidos por miembros del estalinista SIM, siguieron el terrorífico modelo soviético de los gulags.
¿Es Lluís Companys un ‘presidente mártir’, como asegura el separatismo?
En Cataluña, a base de ocultar la verdad y de mucha propaganda, han convertido a Companys en un héroe y un mito, en el icono por excelencia del separatismo catalán y también de buena parte de la izquierda, que lo presentan como una victima y un auténtico mártir, cuando en realidad fue un personaje siniestro. Aparte de su fracasado intento de golpe contra la propia República en octubre de 1934, permitió, siendo presidente de la Generalitat, que a partir de julio de 1936 se produjera un auténtico genocidio en Cataluña, durante su mandato fueron asesinadas casi 9.000 personas, una tercera parte de estas religiosos.
Hay que leer lo que pensaban, sobre Companys y los separatistas separatistas, Azaña y algunas de las más altas autoridades republicanas, incluso algunos de sus correligionarios. Todo ello está ampliamente explicado y documentado, entre otros, en el libro “Contra Companys, 1936. La frustración nacionalista ante la Revolución“. Y sin embargo no hay pueblo o ciudad en Cataluña donde no se le rinda cada año un homenaje y donde no se le haya dedicado una plaza, calle o avenida.
¿Hubo algún partido del bando republicano que destacara por su empeño en perseguir a adversarios políticos?
En general se ha venido acusando a los anarquistas de la CNT-FAI de llevarse la palma al respecto. Pero mira lo que dijo Joan Peiró (que fue secretario general de la CNT y ministro de Industria con Largo Caballero): «Tots els sectors antifeixistes, començant per Estat Català i acabant pel POUM, passant per ERC i pel PSUC, han donat un contingent de lladres i assassins igual, almenys, al que han donat la CNT i la FAI». Por otro lado, hay portadas de Mundo Obrero (portavoz del PCE – PSUC) , de Solidaridad Obrera (CNT) y de Llibertat (próximo a ERC) en los que se llamaba en grandes titulares al “Exterminio del fascismo”.
Uno de los ejes del libro es la persecución religiosa. ¿Hasta dónde llegó?
La persecución religiosa fue terrorífica, tuvo todo el carácter de un genocidio, no solo porque se trató de eliminar de forma cruel al clero, sino porque se pretendió erradicar todo vestigio de catolicismo y de cultura cristiana. Andreu Nin (lider del POUM y conseller de Justicia de la Generalitat) en agosto de 1936 dirá: ‘Hemos resuelto el problema de la Iglesia (…) , hemos suprimido sus sacerdotes, las iglesias y el culto».
En Cataluña fueron asesinados, 4 obispos y 2.437 religiosos, y se quemaron o saquearon más de 4.000 edificios religiosos. En la Archidiócesis de Tortosa fueron asesinados 316 religiosos (el 62 % del total) y en la de Tarragona lo fueron 140 (el 32,4 % del total). Y si no asesinaron a más es porque no los cogieron. El conseller de la Generalitat Ventura Gassol (exseminarista) de ERC, con el apoyo de Companys, consiguió salvar a algunos sacerdotes y obispos por su marcado perfil catalanista, como el cardenal Vidal i Barraquer.
¿Hay un doble rasero en Cataluña a la hora de tratar los abusos producidos durante la Guerra Civil, según las víctimas sean republicanas o del bando nacional?
Sin ninguna duda. En nuestro caso, de la terrible represión que se vivió en la provincia de Tarragona, hace ahora 86 años, por parte del Front Popular, casi nada saben hoy los ciudadanos en general, pues sobre el asunto, desde hace más de cuarenta años, se viene corriendo un tupido velo de silencio. Ahora, izquierdistas, separatistas y presuntos progresistas, a menudo con el silencio cómplice de una derecha acomplejada y de buena parte de la propia Iglesia, pretenden reescribir la historia, satanizando a los sublevados y el franquismo y mitificando a la Segunda República del Frente Popular, Se quiere imponer un relato, donde desde su presunta superioridad moral, los republicanos del Frente Popular serían “los buenos” y los franquistas “los malos, muy malos”, En Tarragona con colaboración institucional, se vienen organizando, desde hace años, visitas guiadas a los lugares de la represión franquista. Al parecer no existió otra represión.
¿Se explica en las escuelas catalanas una visión equilibrada de la Guerra Civil en Cataluña?
Para nada, en la mayoría de libros de texto se pasa de perfil sobre la represión del Front Popular y como decía se induce a pensar que no hubo una auténtica represión más allá de la franquista. Y en algunos casos se viene a decir que la Guerra Civil fue en realidad una guerra de España contra Cataluña. Todo esto está muy bien explicado en el libro “Educar en la mentira. Adoctrinamiento y manipulación en las aulas de Cataluña y el País Vasco” del profesor Pedro A. Heras.
¿Existe así en Cataluña, por parte de nacionalistas y algunos izquierdistas, el intento de establecer una especie de pensamiento único?
Sí, llevamos décadas sufriendo en Cataluña, sobre este y otros muchos temas, el intento de uniformizar e imponer un determinado relato y una determinada ideología. Y esto se viene haciendo desde las más altas instituciones y contando con la inestimable colaboración de la inmensa mayoría de medios de comunicación de Cataluña (elCatalán.es y algún otro medio digital son una digna excepción) y de sindicatos, asociaciones y todo tipo de entidades (debidamente regadas de subvenciones).
Ya decíamos también como se ha venido utilizando ampliamente la enseñanza como método de adoctrinamiento. Pero, aún siendo una batalla muy desigual, siempre ha existido la posibilidad de dar la batalla, resistirlo y combatirlo. Aunque no podemos ocultar que muchos han renunciado a dar esa batalla, llevamos más de cuarenta años con esta historia y esto es en buena medida por la cobardía de unos, el oportunismo y los intereses espúreos de otros, o por una mezcla de todo… Pero bueno, tampoco nos vamos ahora a flagelar…
Tú has militado en organizaciones comunistas. ¿Qué te llevó a la autocrítica y a denunciar los excesos de la izquierda catalana?
Bueno, yo dejé de militar en el ámbito de la izquierda hace unos veintiséis años y sería largo de explicar. En primer lugar lo hice por la creciente y descarada complicidad de la izquierda con el nacionalismo. Luego la caída del muro de Berlín y el definitivo hundimiento de la URSS en 1991, representaron, para mí, una crítica inapelable del fracaso del sistema soviético y del llamado socialismo real. En esa época, me acabaron de abrir los ojos algunas lecturas como “Archipiélago Gulag” de A. Solzhenitsyn (que se nos había vendido que era propaganda del imperialismo yanqui) o “El libro negro del comunismo: crímenes, terror y represión” (de Stéphane Courtouis) en 1997) y otras muchas. Lo cierto es que contra más leía e investigaba sobre lo que había significado en realidad el marxismo y el comunismo, y sobre las barbaridades cometidas por la izquierda durante la II ª República y la Guerra Civil en Cataluña y en España, que yo en gran medida desconocía, más me fui alejando del comunismo y de la izquierda.
¿Por qué los secesionistas tienen tanta querencia por manipular la historia?
En todo nacionalismo hay un sentimiento, un poso común, de egolatría, superioridad, racismo y victimismo que encubre complejos de inferioridad. De aquí que la manipulación, la ocultación o la tergiversación de la Historia sea una constante. Necesitan inventarse lo que no es y estar orgullosos de cosas que no han hecho. Sólo hay que leer las aberraciones que escriben muchos miembros del Institut Nova Història. El nacionalismo es una ideología además, que para sobrevivir necesita inventarse un enemigo, y en nuestro caso, el enemigo es España.
Acabas tu libro con una reflexión sobre la memoria histórica. Cuéntanos cuál es…
Sí, lo cierto es que izquierdistas, separatistas y muchos antifranquistas sobrevenidos apoyaron incondicionalmente, en su momento, la nefasta Ley de Memoria Histórica de Zapatero (2007) que ahora, en una nueva vuelta de tuerca, con el anteproyecto de la totalitaria y perversamente llamada ley de Memoria Democrática, pues no deja de ser una ley de la desmemoria antidemocrática, pretenden con ella negar en la práctica la libertad de opinión, se intenta falsificar y ocultar determinados hechos históricos, para así intentar reescribir la historia, e imponer una verdad oficial, un determinado relato marcado por la ideología, la propaganda y el sectarismo. Por ello, es esencial dar la batalla cultural en nombre de la verdad y porque su ausencia en algunos sentidos ha llevado a España a la triste situación actual.
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