La visita a Andorra de la caravana perica y de los jugadores que, de momento, visten la blanquiazul, se saldó de la forma más positiva posible: con unos cuantos cartones de tabaco, unas botellas de whisky Fallantine’s y ron Vakardí y un cargamento de perfume con aroma a seducción. Fútbol, casi nada y un punto conseguido gracias al «por favor Gerard, dame algo, que es muy triste pedir».
Porque si alguien puso interés en el partido jugado en el Principado fue el Andorra, que lo hizo casi todo, hasta meter los dos goles del encuentro. Si los del Principado hubieran tenido el punto de mira menos torcido que las escopetas de la barraca de tiro de Atracciones Al Capone se hubieran llevado los tres puntos y ahora Piqué se estaria choteando de nosotros.
No supieron ni ganar a un Espanyol que no sabe muy bien a qué juega. Y aunque Ramis tenía la excusa de haber perdido a los dos centrales titulares para este partido, todo fue tan plano que uno se pregunta si subiremos o no. Como el día del Zaragoza, lo mejor fue el empate, porque punto a punto, a pesar del desastre del juego, seguimos en la zona alta.
Pero o comenzamos a sumar de tres en tres o lo del ascenso será para otro año. Los fumadores seguro que darán por bueno su viaje a Andorra, pero la mayoría de la afición blanquiazul querríamos algo más que un punto conseguido por casualidad en un encuentro digno de olvidar (foto: RCDE).
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