El pasado día 29 de octubre, durante la celebración de la macromanifestación convocada por Societat Civil Catalana en el paseo de Gracia de Barcelona, me sorprendió gratamente ver a Eugenio Gay, exmiembro del Tribunal Constitucional, acompañado de su hija y tocaya Eugenia Gay, que es la nueva Decana del Colegio de Abogados de Barcelona.
Una de las primeras cosas que ha hecho Eugenia, desde accedió al cargo de Decana en el pasado mes de julio, ha sido reponer la bandera nacional, flanqueada por la bandera de la Comunidad Autónoma catalana y la bandera azul de la Unión Europea, en la fachada del Colegio de Abogados, en la calle Mallorca en su esquina con la calle Lauria. Banderas que no ondeaban en ese sitio desde que su padre Eugenio Gay, fue Decano del Colegio de Abogados hasta el año 1997.
El día 19 de diciembre se celebró la asamblea general ordinaria del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona, que cada año se suele convocar en esas fechas prenavideñas, para informar a los colegiados de las gestiones de su Colegio y cerrar el ejercicio del año en curso 2017.
El ambiente en la asamblea estaba enrarecido, porque un gran número de abogados están en desacuerdo con una partida que a cargo a los presupuestos, está dedicada a financiar a Òmnium Cultural.
El letrado Juan Carlos Segura Just se dirigió a la Decana y a su Junta de Gobieno, manifestando que si consideraba normal que un colegio de abogados se dedicase a financiar a una entidad más política que cultural, que organizaba concentraciones en las que se destrozaban coches de la Guardia Civil, se robaban armas de su interior, se cercaba un edificio acorralando a las fuerzas de seguridad del Estado, y se obligaba a una comisión judicial a salir saltando por las azoteas de los edificios colindantes a la Consejería de Economía de la Generalitat, en la rambla de Catalunya.
El mismo letrado interpeló a la Decana reprochándole que se financiase a una organización que tiene a su presidente Jordi Cuixart internado en prisión, acusado de un delito tan grave como es la sedición. La respuesta de la Decana fue tan breve como contundente, afirmando que para el próximo ejercicio de 2018, el Colegio de Abogados seguiría financiando a esa entidad, y en el futuro “ya veremos”.
Esta respuesta generó la protesta de muchos de los abogados que estaban presentes en la asamblea. Pero la Decana y su Junta no dieron su brazo a torcer, manteniendo la subvención, y este descontento derivó en que unos ciento cincuenta abogados votaron negativamente, cuando la Junta sometió a votación la aprobación de los presupuestos colegiales, que fueron no obstante aprobados. Este dato tiene su relevancia, porque tradicionalmente la aprobación de los presupuestos se produce casi por unanimidad.
El letrado Juan Carlos Segura y tres abogados más, presentaron en el año 2016 un recurso contencioso-administrativo contra el Colegio de Abogados de Barcelona, por la decisión del anterior Decano Sr. Oriol Rusca, que se había adherido en nombre de todos los abogados barceloneses, a la Mesa Nacional per el Dret a Decidir, más tarde denominada Mesa Nacional per el Referèndum.
Finalmente la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, dictó una sentencia en la que protegiendo los derechos individuales y de conciencia de los abogados, prohibió al anterior Decano Sr. Rusca, sentarse en esa Mesa.
Una de las últimas actuaciones como Decano del Sr. Rusca fue interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra la referida sentencia.
Al efecto y en la parte final de la asamblea, el letrado Juan Carlos Segura volvió a preguntar a la Decana Sra. Gay, si iba a mantener ese recurso de casación ante el Tribunal Supremo, y su respuesta fue que no tenía ninguna intención de desistir del recurso.
Esta actitud ecléctica de la Decana del Colegio de Abogados de Barcelona, que consiste en dar una de una de cal y una de arena, ejemplifica la conducta de esas personas que ocupan cargos institucionales en Cataluña, que para salvar su poltrona quieren complacer a todas las sensibilidades.
No sabemos si la Decana Eugenia tendrá que darle explicaciones en casa a su padre, o que por contra ha sido el propio Eugenio Gay -que ya era experto en la navegación entre dos aguas mientras fue Decano- el que le ha aconsejado: Hija procura tener contentos a todos y no te busques problemas”.
Es evidente que los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, pero como decía el rey Federico de Prusia: el que defiende absolutamente todo, no defiende absolutamente nada.
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