Cuando se viene de una tierra como Cataluña, en la que los símbolos comunes a todos los españoles escasean gracias a que el separatismo ha conseguido su práctica desaparición, se agradece encontrar detalles como el que vi en el Hotel Mora, en pleno centro de Madrid, a escasos metros del Museo del Prado.
Encontrarte en un pasillo de un segundo piso una vidriera con el escudo nacional, con pretensiones decorativas, sin reivindicar nada, simplemente como un elemento más del hotel, alegra la vista. El hecho de encontrarlo, con total naturalidad, en un lugar en el que no te lo esperas demuestra que en el resto de España disfrutan de lo que carecemos en Cataluña, que se puede disfrutar de lo común sin tener que hacer ningún acto de heroísmo cívico.
Es increíble que el separatismo haya conseguido que nos sorprendamos por ver banderas españolas en España, pero así es. Llegar a Madrid en AVE, salir de Atocha y encontrar la enseña nacional ondeando nos sorprende y nos reconforta a muchos. Si la bandera está en la barcelonesa Estación de Sants, en un lugar de privilegio y bien visible como en su homóloga madrileña, yo no la he visto. Si yerro espero que ustedes me avisen para rectificar.
Pueden encontrar toda la información para suscribirse a elCatalán.es, y así apoyar nuestra labor, en este enlace. Si en vez de suscribirse prefieren hacer una donación puntual, pueden hacerlo aquí
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.