El presidente de Societat Civil Catalana, José Rosiñol; la vicepresidenta de la entidad, Miriam Tey; y la catedrática de Derecho Constitucional, Teresa Freixes; se han reunido este lunes con el ex presidente del Consejo Europeo y ex primer ministro de Bélgica, Herman van Rompuy.
Los dirigentes de la asociación le han expresado su punto de vista en relación a la situación política y social que se está viviendo en Cataluña desde hace años. Rosiñol ha querido hacer especial hincapié en que no se trata de un conflicto entre Cataluña y el resto de España, sino que es, ante todo, un problema entre catalanes. De hecho, le ha asegurado que en este momento hay una mayoría constitucionalista que desea permanecer en España y seguir formando parte de la Unión Europea, por este motivo ha lamentado que las entidades secesionistas no hayan aceptado la propuesta de diálogo de Societat Civil Catalana para rebajar el clima de tensión social.
En este sentido, han explicado al ex presidente del Consejo Europeo que precisamente uno de los grandes objetivos de la entidad es fomentar la convivencia y la concordia y convertir Cataluña en un territorio en el que predomine la tolerancia, la solidaridad y el respeto dentro de la diversidad, convirtiéndose así en un referente en toda Europa.
Rosiñol ha asegurado que lo que ocurre en Cataluña es un síntoma de una enfermedad europea, que es el populismo y el nacionalismo, y ante la grave situación que se está viviendo en todo el continente, le ha informado de que la entidad está poniendo en marcha Sociedad Civil Europea. Un proyecto basado en la defensa de los valores democráticos y la convivencia, que pretende hacer frente a esta ola de populismo y nacionalismo que está creciendo en Europa.
Herman van Rompuy, por su parte, ha mostrado simpatía hacia Societat Civil Catalana y la creación del nuevo proyecto en Europa y ha hecho referencia a la importancia que tiene aunar esfuerzos y unificar acciones para afrontar los retos que se avecinan. Por este motivo, ha asegurado que nadie tendrá éxito si apuesta por el secesionismo. Además ha destacado que un Estado nuevo independiente sería un tercer país respecto a la Unión Europa y los tratados, desde el mismo día de su independencia, no se aplicarían en ese territorio, esto es que Catalunya quedaría inmediatamente fuera de la Unión Europea.
Poco antes, el presidente de Societat Civil Catalana y la vicepresidenta han mantenido un encuentro con la prensa extranjera y con los corresponsales de los medios de comunicación españoles, en el que, tal y como han hecho con el ex primer ministro de Bélgica, han analizado la situación actual catalana y han presentado su nuevo proyecto a escala europea.
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