Los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil actuaron el 1 de octubre de 2017 vendidos por culpa de unos Mossos d’Esquadra cuyos mandos colaboraron en la consulta ilegal. La policía autonómica catalana permitió que los radicales separatistas ocuparan en las horas previas los colegios que luego usaron como centros de votación y no hizo nada para desalojarles, siguiendo indicaciones de sus mandos, muchos de ellos separatistas.
Hay una notable abundancia de vídeos e imágenes con agentes de la policía autonómica sonriendo ante la presencia de las urnas del 1 de octubre. Mientras los guardias civiles y policías nacionales tuvieron que batirse el cobre para intentar que se cumpliera una resolución judicial. Por eso hablar de “amnistiar” a los agentes que participaron ese día en las cargas es un insulto.
Los policías nacionales y los agentes de la Guardia Civil merecen un aplauso, no una amnistía vergonzosa que Pedro Sánchez quiere aprobar para satisfacer a sus socios golpistas. La amnistía es otra claudicación por parte de los socialistas ante los independentistas que quieren acabar con nuestro sistema democrático.
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